" Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero.
Si alguien afirma: «Yo amo a Dios»,
pero odia a su hermano, es un mentiroso;
pues el que no ama a su hermano,
a quien ha visto, no puede amar a Dios,
a quien no ha visto.
Y él nos ha dado este mandamiento:
el que ama a Dios, ame también a su hermano."
La Evidencia del Amor a Dios
No es suficiente decir que amamos a Dios, hace falta la evidencia que es amar a nuestros hermanos, por encima de nuestras diferencias, de nuestras opiniones, de nuestras decisiones, el amor debe fluir.
Amar al Hermano aún cuando no me ame.
No se nos dice en la Palabra de Dios que amemos a los hermanos cuando nos caigan bien, cuando nos hagan algún bien sino que los amemos independientemente de lo que hagan. Dios nos ama de una forma incondicional, las condiciones son para nosotros no recibir consecuencias negativas sin embargo el amor de Dios no cambia. Hacemos el bien para sembrar el bien y cosechar bien. Cuando amamos a nuestros hermanos estamos también sembrando el bien. Somos reflejo del amor sincero de Dios cuando mostramos un amor genuino sin fingimiento. Por Mery Bracho
Reflexión del amor a los hermanos. 1 Juan 4: 19-21. Promesa cristiana con mensaje e imagen.